Poemas

La Jota

Ángel Cornago Sánchez nos escribe este poema

Ángel Cornago Sánchez
photo_camera Ángel Cornago Sánchez

Dedicado a la escuela de jotas

Puede ser cursilería
o propio de gente vana o de poca reflexión.
No me importa merecer
tales calificativos 
de personas engoladas y engreídas,
tal vez con cultura soberbia y erudita,
pero vacía y sin alma.

Cuando oigo cantar la jota
de la Ribera, de Tudela, de Navarra,
se me encoje el corazón,
me atenaza la congoja y renace
una emoción que me enardece y embarga.

Sobre todo, cuando nace de la gente
llana del pueblo y de forma inesperada,
fuera de un escenario: en las fiestas de Santa Ana,
en las calles de Tudela
o, “cuando estoy lejos de mi tierra”
como bien reza una estrofa.

Hoy, “El Maño y Puchero” a dúo,
han cantado una gran jota de manera magistral,
que de forma inopinada
me he encontrado,
en una calle.
He sentido esa emoción
conocida, profunda, densa,
enconada de suspiros,
como otras veces me pasa.