En un contexto de crisis climática y de desafíos para la agricultura, el documental Revivir el campo, dirigido por el biólogo y activista Diego García-Vega, destaca historias inspiradoras de agricultores que están liderando el cambio hacia modelos de producción sostenibles y rentables. Entre estos protagonistas se encuentra Carlos Álvarez Herráiz, un agricultor de Buñuel, cuya transición de ingeniero industrial a agricultor ecológico ofrece un testimonio de compromiso y pasión por la naturaleza.
Carlos Álvarez, de 52 años, decidió hace quince años dar un giro radical a su vida profesional. Dejó atrás su carrera como ingeniero industrial para hacerse cargo de la finca familiar y adoptó prácticas de agricultura ecológica y regenerativa. Este cambio no solo fue impulsado por un deseo personal, sino también por una convicción profunda sobre la importancia de producir alimentos de manera sostenible y saludable.
"Siempre me ha llamado la atención el campo, siempre he querido trabajar en mi finca familiar", comenta Carlos. Su finca La Noria, en Buñuel, se caracteriza por una notable diversidad de cultivos, con 85 productos diferentes entre frutas, verduras, hortalizas, legumbres y frutos secos, todos cultivados bajo prácticas ecológicas.
La importancia de la biodiversidad
Una de las claves del éxito de Carlos Álvarez es su enfoque en la biodiversidad. En su finca, ha creado un ecosistema donde insectos polinizadores, murciélagos y aves rapaces juegan un papel crucial en el control de plagas y la polinización de los cultivos. Este enfoque no solo reduce la dependencia de productos químicos, sino que también mejora la salud del suelo y la productividad a largo plazo.
"Si desaparecen los insectos, nos quedamos sin comer", afirma Carlos con convicción. Para él, la biodiversidad es un aliado indispensable en la gestión de la finca. Ha instalado cajas nido para murciélagos y aves rapaces, y mantiene estaciones de polinización con abejas, no para la producción de miel, sino para asegurar la polinización de sus cultivos.
En el corazón de su finca, Carlos ha creado una "isla de biodiversidad", un humedal irrigado con agua de manantial que acoge a una gran variedad de especies. Esta área no solo enriquece el ecosistema local, sino que también sirve como un ejemplo tangible de cómo la biodiversidad puede ser integrada en la producción agrícola.
La rentabilidad de la agricultura ecológica
Contrario a la creencia común de que la agricultura ecológica es menos rentable, Carlos ha demostrado que estos métodos pueden ser económicamente viables y beneficiosos con su tienda online Bio Trailla. Su enfoque en la venta directa al consumidor le ha permitido eliminar intermediarios y establecer una conexión más cercana y directa con sus clientes. Este modelo de negocio no solo aumenta la rentabilidad, sino que también le permite obtener retroalimentación directa y ajustar sus prácticas para satisfacer mejor las necesidades del mercado.
"Llevamos cestas a domicilio por toda España", explica Carlos. Este modelo de comercialización directa asegura que los productos frescos y de alta calidad lleguen directamente a los consumidores, aumentando su confianza y lealtad hacia los productos ecológicos.
Un modelo para el futuro
El documental Revivir el campo, que puede verse de forma gratuita en YouTube, destaca no solo la historia de Carlos Álvarez, sino también la de otros agricultores en distintas regiones de España que han adoptado prácticas similares. Antonio Ruiz en Ejea de los Caballeros, Marcos Garcés en Bañón (Teruel) y Miguel Ángel Gómez en Ferreira (Granada), cada uno con su propia historia de transición hacia la agricultura sostenible, muestran que es posible combinar la rentabilidad con la sostenibilidad.
"La renaturalización de la agricultura es la única opción para asegurar la continuidad del sector y nuestra soberanía alimentaria", sostiene Diego García-Vega, el director del documental. Este mensaje es especialmente relevante en el contexto de la reciente aprobación de la Ley de Restauración de la Naturaleza por la Unión Europea, que ofrece un marco para facilitar la transición hacia una agricultura más integrada y adaptada al futuro.
Desafíos y oportunidades
A pesar de los éxitos, Carlos reconoce los desafíos que enfrenta la agricultura ecológica, especialmente en términos de esfuerzo y dedicación. "Este es un tema que te guste y vivirlo con pasión", dice. La agricultura ecológica y la comercialización directa requieren una dedicación casi total, lo que puede ser un obstáculo para los jóvenes que buscan un equilibrio entre vida laboral y personal.
Sin embargo, Carlos ve esto como una oportunidad para aquellos que realmente tienen vocación y pasión por el campo. "Hay que estar, hay que vivirlo", enfatiza. Su historia es un testimonio de cómo la agricultura puede ser más que una profesión; puede ser una forma de vida que conecta profundamente a las personas con la naturaleza y la comunidad.
La historia de Carlos Álvarez y el documental Revivir el campo ofrecen una visión esperanzadora sobre el futuro de la agricultura. A través de prácticas ecológicas y un enfoque en la biodiversidad, es posible no solo mejorar la sostenibilidad ambiental, sino también aumentar la rentabilidad y asegurar el futuro del sector agrícola. Estos ejemplos son un llamado a la acción para que más agricultores y consumidores adopten modelos de producción y consumo que respeten y promuevan la salud del planeta.
Carlos Álvarez es un claro ejemplo de cómo la pasión, la dedicación y la innovación pueden transformar la agricultura y hacerla compatible con los desafíos del cambio climático y la conservación de la naturaleza. Su historia, junto con las de otros agricultores destacados en el documental, subraya la importancia de apoyar y reconocer el papel crucial de los agricultores en la construcción de un futuro sostenible.
