La vida como un mosaico

Escribir un diario, o un blog, es como acumular piezas de un gran mosaico. Cada día se escriben sólo unas palabras, pero semana a semana, mes a mes, y año a año puede producirse una gran obra.

Vivir, en definitiva, es algo muy parecido. Una vida se compone de unas 22.000 teselas que representan a otros tantos días. Cada pequeño azulejo es de un color y de una forma: Algunos nos quedan redondos y brillantes, otros torcidos y sombríos.

Si se acumulan de cualquier modo, el resultado será una figura amalgamada, imprecisa y confusa. Pero si sabemos qué imagen queremos proyectar, qué composición queremos construir, al final de un trabajo constante se nos aparecerá el mosaico deseado.

La existencia es una obra taraceada formada por minúsculas piedras o vidrios, generalmente de colores variados, que ofrecen una impresión general. Conviene tener un objetivo vital, un destino ansiado, para elaborar con pasión la aportación de cada día.

El mosaico que estamos ordenando diariamente se unirá a los que confeccionan otros, nuestros descendientes, nuestros colegas, nuestros amigos. Así se construye un gran mosaico social, inmenso, extendido, perenne… en la historia de la humanidad.