La fiesta

A veces parece que retrocedemos en vez de avanzar. En el último cuarto del siglo XX, nuestro país, tras unos años convulsos por las resistencias al cambio, fue conquistando derechos y bienestar. Así siguió la primera década del XXI en la fiesta de la democracia. Estábamos acostumbradas a conseguir cada vez más derechos sin retroceder. Sin embargo, desde hace unos años, hay inquietantes voces que empujan hacia el retroceso. Hay quienes quieren que desandemos el túnel del tiempo en temas que nos afectan principalmente a las mujeres o en materia de diversidad de cualquier índole: política, familiar, sexual, nacional...

Por eso, también en Fiestas defendemos la fiesta de la democracia que tantos años costó recuperar. Quizá la Revoltosa sea uno de los actos más simbólicamente democráticos. Alterna ritmos, mezcla gentes sin mirar quién está al lado de quién, hermana a diferentes. Defender la diversidad y los derechos logrados es ir hacia adelante y gozar.

Las fiestas son, en general, una explosión de júbilo sin importar de dónde viene cada cual o cómo piensa. Las nuestras, en particular, son como nuestra historia: un cruce de caminos, de manos, de voces, de pañuelos rojos. Aquí, la fiesta está a punto de empezar. Disfrutémosla fraternalmente.