Opinión

El Gobierno, alquilador

El Gobierno de Navarra está preocupado por la evolución de la oferta y la demanda de vivienda, y ello le honra, pero de ahí a que, paso a paso, se esté convirtiendo en una inmobiliaria promotora, va un trecho.

El sector, que maneja, es lo suficientemente dinámico como para dejarlo ajustarse por sí solo, sin necesidad de una intromisión pública desbocada, como la que ahora plantea el Departamento del Área, que acaba de anunciar que propone impulsar en 15 años nada menos que 5.000 pisos de ‘alquiler asequible’.

De ellos, 500 pisos en los próximos cuatro años no serán VPO, ni libres, ni con baremos, “con beneficios y pérdidas al 50%”, dijo la consejera Begoña Alfaro.

La ocurrencia lleva a un punto de desgobierno que genera grandes dudas como con qué se va a encontrar el sector privado, si la propia administración se va a convertir en juez y parte: ¿Esa debe ser la función de un Gobierno?

Han empleado referentes para esta propuesta como Amsterdam, Viena, Helsinki, Berlín o Barcelona. Y nos gustaría saber qué tienen que ver con esos mercados nuestra montaña o la Ribera, más allá de la Navarra del ombligo que representa Pamplona, plaza de la que no saben salir, está claro.