La fábrica de Trenasa en Castejón ha sido testigo del inicio de una serie de paros liderados por su plantilla, quienes demandan un convenio que refleje adecuadamente sus derechos y condiciones laborales. Miguel Ángel Molina, delegado sindical y presidente del Comité de la Factoría, compartió detalles sobre la situación.
El primer día de paro fue calificado como un éxito por Molina, ya que la gran mayoría de los trabajadores se sumaron a la movilización. Este acto de protesta surge como respuesta a la falta de avances en las negociaciones con la empresa, que se niega a equiparar los términos laborales de Castejón con los de otras instalaciones del grupo.
Las demandas de los trabajadores giran en torno a un convenio que garantice salarios dignos y condiciones equiparables a las de sus colegas en otras localidades. Molina subrayó que la disparidad salarial entre empleados que realizan las mismas funciones es inaceptable, llegando incluso a una diferencia de 20.000 euros brutos anuales.
A pesar de los esfuerzos del Comité de Empresa por lograr un acuerdo beneficioso para ambas partes, las negociaciones se han estancado, y la empresa ha mostrado una resistencia notable a ceder en sus posturas. Según Molina, la compañía ha justificado su postura en la supuesta necesidad de mantener la viabilidad económica, argumentando que equiparar los salarios podría afectar su competitividad.
Los paros parciales, que comenzaron esta semana, continuarán en los próximos días y semanas. Si no se alcanza un acuerdo satisfactorio, los trabajadores están dispuestos a tomar medidas más drásticas, incluida la posibilidad de una huelga indefinida.
Un punto crucial en las demandas de los empleados es la contratación de personal adicional para aumentar la plantilla de 70 a 110 trabajadores. Este incremento no solo beneficiaría a la fábrica, sino que también sería una forma de retribuir el apoyo recibido por la comunidad local durante momentos difíciles, como la amenaza de cierre de la planta en 2020.
La situación de los trabajadores de Trenasa en Castejón refleja los desafíos que enfrentan muchas comunidades en áreas afectadas por el desempleo. La solidaridad y la lucha por la equidad laboral son los pilares de esta movilización, que espera alcanzar una resolución justa y equitativa para ambas partes.
