Se invita a las personas a descubrir este lugar, que es un museo actual y fue un antiguo convento de las benedictinas. Su construcción comenzó en 1659 gracias a la contribución de Pedro de Baigorri, un corellano que fue capitán general y gobernador de Trinidad de Santa María, Buenos Aires y Río de la Plata.
El retablo mayor y los dos laterales fueron financiados por José de Armendáriz y Perurena, un pamplonés que fue capitán general de Perú, cuando su hermana, la madre Teresa de San Benito, profesó en la orden.
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