Como todos los años, los vecinos de las diversas localidades de la Ribera se reunieron en los campos santos para rendir homenaje a sus seres queridos fallecidos.
Las flores frescas y coloridas inundaron los campos santos de Murchante, Corella, Tudela, Castejón, Cintruénigo, y muchas otras localidades de la Ribera, mientras las familias visitaban las tumbas de sus seres queridos para recordarlos con amor y respeto.