Nació la Luz,
hoy apenas visible
entre bombillitas de colores.
Se mide el Amor
en regalos y celofanes
que envuelven nada.
La Buena Nueva
semilla libertadora y plenificante
ahora es un abeto artificial.
Quien no cree
dice no creer en nadie
y, entre quien cree,
medra una fe infantiloide
que convierte al Niño
en una figurita
a la Virgen
en una estatua de oro y plata
y a la Abuela
en un amuleto colgante
Y la Vida a compartir
no acoge a más comensales
sino que acumula viandas,
en mesas cerradas y excluyentes,
que empachan los cuerpos
pero vacían las almas
Adivina adivinanza
¿Se llama esto NaVerdad?